miércoles, 21 de diciembre de 2016

La navidad me confunde



Cada año, lo mismo por navidad. No me refiero a los habituales comportamientos consumistas, ni de amor fraternal de temporada,…  
Ésos, que cada uno los administre como crea conveniente.

Me refiero a una cosa con la que no puedo: Que la gente se bese debajo de ramas de acebo diciendo que es muérdago.




El que tiene propiedades mágicas, el que da buena suerte, el que hace que surja un amor eterno entre dos personas por besarse bajo sus ramas es el muérdago. 
Ahora sabrás por qué tus deseos no se cumplen. Es que lo haces mal.



Multitud de medios han difundido la imagen del beso entre los políticos Iglesias y Errejón. Todos y cada uno de ellos, en sus publicaciones, mencionan que se han besado bajo muérdago, pero lo que la periodista Thais Villas tiene en sus manos, aunque sea de plástico, pretende representar una rama de acebo. A-ce-bo.

¿Jugamos a las diferencias?


El muérdago (la especie más frecuente es Viscum album) es una planta que, aunque puede realizar la fotosíntesis para obtener nutrientes, necesita de otra para obtener agua y sales minerales. Por eso vive sobre las copas de los árboles.
Tiene las hojas de color verde amarillento y de forma lanceolada.
Sus frutos son unas bayas  de textura viscosa (viscum) y de color blanco (album).
Los pájaros se alimentan de ellas y, cuando pasan por su tracto digestivo, forman unas heces pegajosas que se quedan adheridas a las ramas de los árboles en los que se posan y desde las que defecan, portando las semillas que no son digeridas. Éstas germinan y se desarrolla otra planta que parasita la nueva rama.

El acebo (Ilex aquifolium) es un árbol de porte pequeño. 
Sus hojas son de color verde brillante con los bordes generalmente ondulados y espinosos.
El fruto es de color rojo intenso cuando madura.
Es una especie de vital importancia para el urogallo, ave catalogada en España en peligro de extinción, llevada a este extremo, entre otras causas, por la pérdida de las acebedas, de ahí que el acebo esté protegido y no deba ser recogido de los bosques.

El juego de diferencias más fácil de la historia, ¿o no?



Desde muy antiguo, al muérdago se le atribuyen poderes mágicos pues se creía que, al ser una planta que vivía en las copas de los árboles y no tocaba el suelo, sólo podía proceder del cielo (se ve que no se habían percatado de lo de las heces de los pájaros).
Para los druidas celtas, esta planta era un elemento primordial para sus rituales místicos y, teniéndolo en los hogares, se le atribuían poderes tales como aumentar la fertilidad y atraer nada menos que la paz, el amor y la suerte.

En los países escandinavos existía la creencia de que las treguas entre enemigos podían lograrse debatiendo bajo el influjo de esta venerada planta y que, al besarse bajo el muérdago, una pareja podía reconciliarse.

Árbol con muérdago. Foto: Fernando V. Ruiz
Evidentemente, por aquel entonces nada de esto tenía que ver con la navidad pero, como tantas otras creencias paganas, también ésta fue adaptada al cristianismo.

La tradición de besarse bajo el muérdago se pone de moda durante el siglo XVIII  en Inglaterra, cuando se inventan eso de poder dar un beso a las chicas que pasaran por una puerta adornada con la mencionada planta. Por cada beso, de tan romántica y paritariamente forma robado, se retiraba una baya, de manera que este privilegio de repartir ósculos a las jovencitas terminaba con el último fruto arrancado.
Esta tradición está fuertemente arraigada en los países de habla inglesa.
Aquí, por el momento, no se nos ha dado por instaurar esa costumbre (quizás no tenga mucha salida comercial), sin embargo, el error cometido al llamar muérdago al acebo, supongo que tiene relación con esto.
Como en nuestras latitudes lo que se utiliza como decoración navideña tradicional es el acebo (que también era una planta sagrada y protectora del hogar para los celtas), es posible que se atribuyan a esta otra especie los poderes mágicos del muérdago, pensando que son la misma cosa, y dándole el mismo nombre.

Foto: Confederación Hidrográfica Miño-Sil

Sea cual sea la causa de esta común confusión, si lo haces por diversión, por tradición, o porque realmente crees que una planta puesta sobre la cabeza puede hacer que tengas un año afortunado, que aumente tu fertilidad y que consigas una unión amorosa eterna con otra persona (ole tú si estás en este tercer grupo)… cuando el ritual del muérdago lo hagas con acebo (que da igual porque el resultado va a ser el mismo), yo te pido que lo llames por su nombre.

1 comentario :

  1. Interesante,y en las pelis también le llaman muérdago,será q suena mejor....��

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