miércoles, 24 de junio de 2015

Vertedero de Armonía



“El mundo nos envía basura y nosotros le devolvemos música”.

La música es, en mi opinión, de las artes, la más fascinante.
Somos capaces de entonar una melodía mucho antes que de hablar, y podemos llevar el ritmo con las manos cuando todavía no sabemos utilizar un lápiz.
La música emociona, trasmite energía, provoca risa, llanto, te pone el vello de punta. ¿Quién no encuentra compañía en la música?
Cuando nos unimos a ella con el movimiento de nuestro cuerpo creamos la danza, e incluso hay un tipo de canto particular que se compone para hacer dormir.
Pero todavía es más increíble que la música consiga hacer algo como esto.


Cateura es el nombre de una barriada situada al borde del mayor vertedero de basura de Asunción, la capital de Paraguay.
Sus habitantes rebuscan entre los residuos para rescatar objetos que puedan ser reutilizados, reciclados y vendidos. La basura es su sustento.

Vertedero de Cateura
Favio Chávez



En 2006, un hombre llamado Favio Chávez llegó a Cateura para trabajar como gestor medioambiental en un programa de reciclaje. 
Veía a los niños de la barriada viviendo rodeados de delincuencia y de basura. Buscándose la vida en las montañas de desperdicios para intentar conseguir una moneda.
Chávez dirigía un grupo musical en su pueblo, y decidió llevar dos guitarras a Cateura para enseñar música a los niños y alejarlos del ambiente del vertedero.
Comenzaron a acudir cada vez más chicos y chicas, y las guitarras se hacían insuficientes.
 
Don Colá en su taller
Apareció entonces el señor Nicolás Gómez, veterano trabajador del vertedero y lutier artesano, con un violín roto. Chávez le propuso repararlo y Don Colá (como es conocido en Cateura) lo hizo añadiendo al instrumento restos metálicos encontrados entre la basura.
Fue así como empezaron a construir instrumentos musicales reutilizando materiales del vertedero.
De cañerías, bidones, utensilios de cocina, latas, bandejas y chapas de refrescos surgieron guitarras, violines, tambores, saxofones, trompetas, violonchelos,… 
Y más niños llegaron... Y se creó una orquesta.

Hoy, Chávez imparte clases de forma gratuita a unos 200 niños y niñas. Se ha puesto en marcha una escuela de música para que los chicos con un nivel más avanzado puedan seguir formándose y hacer de este arte su profesión.  

Distinto timbre, parecida resonancia



La Orquesta de Instrumentos Reciclados de Cateura dispone de un taller para construir los instrumentos y han viajado de gira por más de 30 ciudades de todo el mundo (por varios países de Sudamérica, Estados Unidos, Europa y por Japón). 
Han sido teloneros de Metallica y han compartido escenario con Megadeth.
 

La basura sigue allí, pero todos aquellos niños sin salida de Cateura, con un futuro abocado a la delincuencia y al trabajo como gancheros en el vertedero, sin perspectivas sociales ni económicas, ahora aprenden valores como el respeto, la responsabilidad, el compromiso, y despiertan su creatividad. 

Ahora sí tienen una motivación, un sueño, y pueden ver más allá de un montón de desperdicios. La música puede cambiar sus vidas.
Transforman la basura en música y la música les da esperanza.




‘LandfillHarmonic’ (Landfill significa vertedero en inglés) es un documental sobre este proyecto y estos jóvenes. Aquí tienes el trailer:

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