"Hay dos personas en cada fotografía: el fotógrafo y el
espectador”
A veces podemos captar
una gran imagen por casualidad o con mucha suerte, incluso puedes tener la
sensación de que tu foto la ha hecho la cámara, no tú.
Sin embargo, detrás de una
buena fotografía, lo habitual es que haya talento y mucho trabajo.
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Una comadreja ataca a un pito real (Picus viridis) y éste alza el vuelo (Foto: Martin Le-May) |
Y si hablamos de obtener imágenes de la naturaleza, detrás de esas cámaras tendremos grandes estudiosos
de la luz, del entorno y de la especie que desean captar.
Detrás de esas fotografías
hay grandes observadores, grandes naturalistas, amantes respetuosos de la
naturaleza.
Ser un verdadero fotógrafo de la naturaleza es ser paciente, poseer una gran resistencia mental y, en muchos casos, tener una gran resistencia física, pasando mucho tiempo prácticamente inmóvil.
Ser un verdadero fotógrafo de la naturaleza es ser paciente, poseer una gran resistencia mental y, en muchos casos, tener una gran resistencia física, pasando mucho tiempo prácticamente inmóvil.
Deben pasar
desapercibidos, integrarse en el paisaje, camuflarse.
No siempre se consigue, por mucho que te esfuerces.
En ocasiones, el fotógrafo puede llegar a convertirse casi en un elemento más del paisaje.
Unos lo hacen mejor que otros, pero la creatividad también cuenta.
A veces, incluso hay que ser valientes.
Aunque no inconscientes.
Resultando bastante importante respetar los límites del territorio.
En cuanto al pito real, consiguió deshacerse de su atacante.
Y la comadreja se quedó sin su alimento, pero seguramente sea la única de su especie que ha volado.
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Lindy Coops |
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Liza i Lizovin |
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Dan Dinu |
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Artwolf |
A veces, incluso hay que ser valientes.
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Kawika Singson |
En cuanto al pito real, consiguió deshacerse de su atacante.
Y la comadreja se quedó sin su alimento, pero seguramente sea la única de su especie que ha volado.
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