El Kepler utiliza una técnica denominada “método de tránsito planetario”. Con un fotómetro, detecta la variación en el brillo de una estrella cuando uno de los planetas que la orbitan pasa entre ella y la perspectiva del telescopio.
De los exoplanetas confirmados, se piensa que alrededor de 550 podrían ser planetas rocosos como la Tierra, de acuerdo con su tamaño (se cree que los planetas que miden 1.6 veces el radio total de la Tierra o menos son rocosos).
Nueve de ellos orbitan en la “zona habitable” de su estrella, es decir, a una distancia a la que podría existir agua líquida, el origen de la vida que nosotros conocemos. Se suman a los 21 planetas de este tipo, con capacidad de albergar vida, que ya se conocían hasta ahora.
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Telescopio Kepler |
Si se
extrapola el número de planetas de este tipo detectados hasta ahora a la
población de estrellas conocidas, se obtiene que, probablemente, existan decenas de miles de millones de
planetas habitables sólo en nuestra galaxia (la Vía Láctea).
Tengamos en cuenta también que existen miles de millones de galaxias.
Tengamos en cuenta también que existen miles de millones de galaxias.
Telescopios como el James Webb, podrán
examinar en el futuro la luz que se filtra a través de las atmósferas de los
exoplanetas, con la finalidad de buscar marcadores biológicos (vapor de agua,
oxígeno, metano y dióxido de carbono, gases indicadores de presencia de un
ecosistema susceptible de albergar vida).
Si la vida ha ocurrido una vez, ¿por qué no ha podido o podrá ocurrir de nuevo en un universo tan vasto?
Fuentes: NASA, El País, Kepler (NASA)
Somos como una aguja en un pajar en el universo, solo espero que sepamos cuidar de nuestro planeta y es muy posible de que no estemos solos en el espacio. Algún día quizás nos llegue la sorpresa, y espero que sea buena por parte de todos.
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