jueves, 28 de mayo de 2015

La Capilla Sixtina de la Prehistoria

“La pintura es poesía muda; la poesía pintura ciega”
En 1994, un grupo de tres espeleólogos realizó el descubrimiento de sus vidas. Explorando las paredes rocosas cercanas al río Ardèche - en la región de Ródano-Alpes, en Francia - se toparon con el acceso a una cueva con la entrada cubierta por escombros. Al acceder al interior, encontraron un verdadero “santurario” del arte rupestre.

Dibujadas en sus paredes había alrededor de mil pinturas de unos 35.000 años de antigüedad  que habían permanecido aisladas durante 23.000 años del exterior, a causa de un deslizamiento de rocas que cerró la entrada de la llamada, desde entonces, Cueva de Chauvet.

 Aunque se encuentra cerrada al público para su preservación, las autoridades francesas han inaugurado hace pocos días una réplica a unos 3 km del lugar donde se encuentra la cueva original. Todas las estancias principales y las pinturas han sido reproducidas y recreadas al milímetro por un equipo de artistas y científicos utilizando las últimas tecnologías. 

Brunel, Hillaire y Chauvet, decubridores de la cueva


El enclave de la Cueva de Chauvet es uno de los más ricos y mejor conservados ejemplos de arte paleolítico de toda Europa y sus pinturas podrían contarse entre las más antiguas de todas las conocidas.
Los primitivos artistas retrataron de una manera asombrosa hasta trece especies diferentes de animales (caballos, bisontes, osos, leones, mamuts, ciervos, …). Además, también se han descubierto huesos y huellas de osos cavernarios, herramientas e impresiones de manos humanas. Me resulta curioso y a la vez emocionante que haya una de estas impresiones perfectamente reconocible en las diferentes estancias, por tratarse de alguien que tenía el dedo meñique de la mano derecha torcido.  

Río Ardèche, a la altura de la Cueva Chauvet (Foto: JitkaSpacek)
Estos primeros artistas de nuestra historia plasmaron muchos de los animales representados buscando aprovechar las características de las paredes y las formas geológicas para otorgar tridimensionalidad a las figuras.

Panel de los caballos (Fritz et Tosello)

En otros casos, como en el de un bisonte, el autor lo representó con ocho patas, en lugar de cuatro, en lo que parece un intento por transmitir al espectador la idea de movimiento.
En mi opinión, no sólo se trata de un importantísimo y revelador descubrimiento histórico. Además, estas pinturas, resultan de una extraordinaria belleza, tan impresionante quizá como la de una obra de Da Vinci. 
 


Un pequeño vídeo con imágenes de la cueva (AFP News Agency):

Puedes realizar una visita virtual a la cueva en el siguiente enlace: http://archeologie.culture.fr/chauvet/fr/visiter-grotte


2 comentarios :

  1. Un valoisísimo legado de nuestros antepasados, preservado por el aislamiento fantástico de la gruta. Genial

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  2. Increíble, y pensando q ya no quedaba nada por explorar, q ya nos encargaremos de buscar en cualquier recoveco del mundo pero me alegra saber q aún quedan maravillas por descubrir.

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